Hybris
Tus ojos dentro del mar
castaño de anochecida,
y en el barco de mil voces,
ronca se pierde la mía.
Descalza sobre la plaza,
al baile de los que pasan,
dejo jugar a mis pies.
El mar se rompe al compás
de silencios y alas blancas.
Castaños ojos de buey,
cansados y muertos de agua.
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