
Por un guiño feliz del universo,
Andreu Alfaro y Bach confluyen
en un semáforo en rojo.
(lo podéis escuchar mientras leéis)
recorre la desnuda simetría
de los arcos de Alfaro,
cerrados en su brillo de aluminio
al parloteo insano de la calle.
El mar de la conciencia en oleaje
impone su rumor sobre las voces.
Comentarios
Un auténtico placer.
Un beso.
Soledad.
Es como si fuera la primera vez