Una vez leía que sólo los poetas mediocres carecen de altibajos. Los grandes combinan grandes creaciones con obras no tan inspiradas. Éste poema tuyo es, para mí, de esas obras excepcionales que, con palabras, vuelven sólido un momento, un sentimiento. Enhorabuena.
No sé cómo lo haces, pero haces que se sienta ese calor tan próximo a la piel que parece más real que cualquier sensación empírica. Y junto al calor, el pasmo, el asombro ante el milagro de la rotundidad de la carne.
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Ella descubrió que lo que había debajo de su epidermis era tan poco interesante como lo que había encima.
Y puso un DVD.