La calma
El país de la calma
no viene en los mapas,
entra y desaparece
como la sombra en el camino.
La calma sólo existe
debajo de los gritos
o pegada a la espalda
de los colores fuertes.
Es asomar
la cabeza al otro lado,
el sueño dulce
del gas en los pulmones;
caminar bajo el sol
en dirección contraria.
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