Libélula
Como una libélula,
ayer por la noche,
te crecieron alas.
No entiendes por qué
te eligieron
somnolienta, cansada,
con rabia
por haber dejado el día
consumirse.
No llegaste a volar,
sólo prestabas,
la fuerza,
y la energía
para un baile
en el que no importaba
tu cuerpo, inútil para el vuelo.
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