Mañana quizás seamos alcanzados

Las manos en los oídos
para callar las bombas.
Sólo sabes correr
hacia delante,
cualquier lugar es bueno
para seguir la vida.

Con el precario ajuar,
descalzos,
sin dinero,
con la sombra que acecha.
Mañana quizás
seamos alcanzados,
pero también mañana,
podríamos encontrar
una copa de oro,
dejar las catacumbas,
salir
y oler el cielo.

Comentarios

Rafael Arenas García ha dicho que…
Recuerdo tu mano junto a la mía
en el río.
Recuerdo el aire frío,
recuerdo el bosque y las nubes.
Recuerdo la roca en la que apoyaba
mi espalda torturada.
Recuerdo aquella tarde
y tus ojos.
Recuerdo tus mejillas,
tus negros cabellos.
Recuerdo tu pierna blanca,
casi la tocaba.
Mil veces he muerto
desde aquel día.
Mil veces he disfrazado
aquel momento.
Mil veces he buscado,
el río, el bosque, las nubes y el cielo.
Mil veces he llorado
sin motivo.
Hoy lo escribo,
algo me ha recordado
que aún estoy vivo.

Se me ha ocurrido al leer tu poema. Saludos.
Susana Corullón ha dicho que…
Es un buen poema, me alegro de habértelo inspirado

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