Envidia
Envidia de la vida
de cabellera azul lustrosa
que alguna vez
hemos logrado acariciar.
Me pesa tanto el frío,
que hundo en los bolsillos
las manos,
dispuesta a no pensar
días enteros,
meses, semanas
siglos...
de cabellera azul lustrosa
que alguna vez
hemos logrado acariciar.
Me pesa tanto el frío,
que hundo en los bolsillos
las manos,
dispuesta a no pensar
días enteros,
meses, semanas
siglos...
Comentarios
¿Sabes? Uno se cansa
de jugarse la piel
desnuda frente al aire frío y seco;
de la luz cegadora,
del azul de la cima;
de permitir que el viento
azote los cabellos.
Vivir es muy cansado,
mucho.
Huyamos ya del sol,
descansemos, vivamos para adentro;
regocijémonos,
apoyemos nuestra mano
en esta otra mano
que tan bien sabe
lo que vivir nos cansa;
tan solo una rendija permitamos
a ese viejo sol
que fuera nos sonríe,
impertinente.
A lo mejor es que he dormido mal...
Un abrazo