Función digestiva

"Hace mucho tiempo, nuestro antepasado quiso escribir un libro. Como no podía pensar con la tripa vacía, la tribu le preparó un festín increíble y él se lo jaló con tal apetito que cuando iba a ponerse a escribir, se dio cuenta de que lo que le apetecía era echarse una buena siesta. El problema estaba en que temía que la musa se hubiera largado al despertar. Un auténtico dilema. Entonces se le apareció San Ziri, el padre de todos nosotros, y le preguntó dónde estaba el problema. Nuestro antepasado le explicó que tenía a la vez unas enormes ganas de sobar y una inmensa necesidad de redactar sus memorias. San Ziri, que en la vida había sido una gran mecenas, tuvo la desgraciada ocurrencia de aconsejarle digerir en vez de escribir. Y desde entonces no hemos dejado de digerir "
Yasmina Khadra

Todos los días,
cuando apagas la luz,
rendida por el sueño,
se rompen igual
entre nubes violeta.
Otra vez
no has dejado
una palabra,
fuera del movimiento
de rotación

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