Noche de San Juan
¿Quién dijo que vivir fuera fácil?
En el mejor de los casos,
conformarse con admirar la belleza
tras el cristal blindado,
en el peor,
el tedio de las paredes planas,
o más aún,
el dolor de la pérdida,
la pobreza o la soledad.
Atajos entre piedras,
puentes frágiles, sin cimientos,
estrategias endebles,
y baratas,
que se rasgan de noche,
en cuanto estamos solos.
Fachadas relucientes
apuntaladas, con material
de desecho.
Lo importante es llegar
al principio del baile,
después el ritmo,
quizás, obre el milagro,
de enganchar tu vestido,
y vaciarte.
Comentarios
Besos.
a la que le encantaría avanzar hacia lo desconocido, lo mismo que a Adriano ;)