Colaboración en el número 33 de La Jirafa en llamas

He tenido el placer de colaborar en otro número de La Revista ensamblada la Jirafa en llamas. Como la otra vez, cuando recibí la caja, montada con tanto esmero, me dio la sensación de estar ante una idea nueva y visionaria.
La Jirafa no renuncia al formato físico, y eso está muy bien. Juega con el impacto de lo tangible, y con la sorpresa. Me encantó la caracola minúscula que hay en el fondo de la caja. Pero aún así, su proyecto está en perfecta sintonía con esa vuelta a la oralidad o al anonimato, que paradójicamente están propiciando las nuevas tecnologías. En un mundo donde cualquier persona puede ser creadora, es absurdo seguir buscando la singularidad del artista. La idea romántica del arte se resquebraja, porque ha dejado de ser un oficio de las élites, volvemos a la época de los artesanos.
Al "hojear" las más de treinta colaboraciones que forman la Jirafa, esta vez con los plásticos como tema, uno entiende que el juego no consiste en preferir un trabajo a otro, sino en la fuerza coral del conjunto. La Jirafa es otra cosa. Muchas gracias, Alfonso Aguado Ortuño por tu proyecto



Ésta fue mi aportación

Comentarios

Carlos Gil Fernández ha dicho que…
Enhorabuena, Susana. Como la tersura de tus versos, en constante regeneración. Gracias por regalarme este momento de beatitud en medio de tanto desorden.
Susana ha dicho que…
Muchas gracias, Carlos, por leerme y comentar

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